jueves, 19 de febrero de 2015

JORNADA INTERNACIONAL POR EL DERECHO A LA HUELGA




El clasismo que hoy se expresa en “la lucha contra el modelo económico en la tercera fase del imperialismo y contra las implicaciones ideológicas, políticas y sociales del neoliberalismo; por la defensa de los derechos del pueblo, por la solidaridad internacional de la clase obrera, por la vida, la soberanía, la tierra y el territorio y por la búsqueda de otra Colombia posible”, debe continuar teniendo entre sus banderas la defensa de los derechos de Asociación, Negociación y Huelga, como una triada inseparable que garantice el ejercicio pleno de los Derechos Sindicales.

Ejercer los Derechos Sindicales plenamente debe ir de la mano con garantías  legislativas y Estatales que hoy aún no se presentan en Colombia:  La tasa de afiliación en Colombia es tan solo del 3.8%  y solo el 2% de los afiliados está cubierto por algún tipo de convenio colectivo (Convención, Pacto); en el 2012 se convocaron 147 tribunales de arbitramento pero en contraste, en ese mismo año se realizaron 18 huelgas; ese derecho no le es permitido a quienes brinden “servicios públicos esenciales”, figura que el gobierno ha utilizado para caracterizar servicios sin los cuales podríamos vivir temporalmente, para impedir así que los trabajadores usen este recurso.  Desde el año pasado el Ministerio de Trabajo y el gobierno nacional vienen avalando que multinacionales como la Drumond realicen consultas a obreros en el extranjero para levantar ilegalmente y a la fuerza la huelga de los trabajadores del sector minero energético.   Los índices de tercerización laboral siguen siendo muy altos y se siguen presentando incluso en el desarrollo de funciones misionales de las empresas, convirtiéndola no solo en una práctica ilegal sino además en un mecanismo para restringir la tasa de sindicalización y limitar el ejercicio de la huelga.

La razón de ser del sindicalismo, de su existencia, es precisamente para defender los derechos de los trabajadores, garantizarles una vida digna a ellos, sus familias y por tanto al conjunto de la sociedad, donde la corriente clasista juega un importante rol de manera tal que ese sindicalismo, de la mano de otros demócratas y revolucionarios pueda transformar profundamente la sociedad, a favor de las clases oprimidas y de los menos favorecidos de este país.

Por todas estas razones, apoyamos y participamos decididamente en todas las luchas que nuestro pueblo emprende, incluyendo la defensa del derecho a la huelga de todos los trabajadores, teniendo como consigna la lucha por conquistar, construir y mantener “el poder, la democracia popular y el socialismo”.





¡EXIGIMOS DEL ESTADO GARANTÍAS PARA EJERCER EL DERECHO A LA HUELGA!

¡VIVA LA CLASE OBRERA Y SUS JUSTAS LUCHAS!

Pereira, febrero 18 de 2015.




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